JEAN HIPPOLYTE MICHON

Nació el 21 de noviembre de 1806 en Laroche, Corrènze, y falleció el 8 de marzo de 1881 en el Castillo de Montausier donde en 1880 se había celebrado el I Congreso Internacional de Grafología.

Sus restos descansan en el cementerio de Baignes-Sainte-Radegonde, ciudad donde una calle lleva su nombre.

Fue también arqueólogo, teólogo y docente.

Sobre él, escribió Augusto Vels lo siguiente:

"Sacerdote francés, hombre de extensa cultura y de gran dinamismo intelectual, fue el creador del término “Grafología” en 1871.

Tomó lecciones de grafología del abate Flandrin y animado por George Sand, Dumas hijo, el Dr. Piorry, por el príncipe Gortchakoff y otros destacados hombres de su época, se decidió a publicar su primer libro: “Les mystères de l'écriture”, en colaboración con el ocultista Desbarrolles.

Habiendo surgido entre Desbarrolles y Michon una discusión sobre cual de los dos había descubierto la interpretación del carácter por la escritura, Michon se separó del ocultista y publicó su “Système” y su “Méthode pratique”, fundó la “Société de Graphologie en 1871 y el periódico “La Graphologie”.

Reunió una gran cantidad de autógrafos con los que después publicaría una obra sobre los más importantes personajes de su época vistos a través de la escritura.

Dio conferencias por toda Francia para extender la nueva ciencia que posteriormente perfeccionaría Jules Crepieux-Jamin.

La mayor parte de signos gráficos que hoy conocemos, fueron descritos e interpretados por Michon, aunque con el lenguaje moral propio de su época. Cuando leemos las interpretaciones de Michon a ciertos signos, aunque con lenguaje que hoy ha cambiado, nos acordamos de la famosa locución latina: “nihil novum sub solem” (nada hay nuevo bajo el sol)..."

GIROLAMO MORETTI

Girolamo Morettti nace en Recanati (Italia) en 1879 y muere en Ancona en 1963.

Adriana Masuello hace un magnífico resumen de su vida y de su metodología. Veamos a continuación algunas de las cosas que dice:

Sus seguidores consideran su obra de gran originalidad, puesto que vivió aislado de la época que le tocó vivir, quizá por exigencias religiosas (fue franciscano de la Orden de los Frailes Menores Conventuales). Esto no impide el paralelismo de sus investigaciones con otros grandes de la época como Crépieux-Jamin o Max Pulver.

Moretti observa la escritura sin ningún condicionamiento previo y, a partir de ella, hace psicología, y no lo contrario que sería lo normal, es decir, partir de criterios o postulados psicológicos.

Basa su método en entender la escritura como la manifestación más inconsciente del ser humano, reflejando soma y psique en su estrecha relación. Por ello, a cada variable gráfica le da un contenido psicológico y otro somático, entendiendo que todas las expresiones exteriores son manifestaciones de una misma particularidad interior. El signo gráfico constituye un registro directo de la actividad cerebral y neuromuscular, puesto que en la escritura espontánea se reflejan los mecanismos neurofisiológicos y psicomotores.

Las características fundamentales de su método son las siguientes:

- La idiograficidad, esto es la peculiaridad gráfica de cada uno, dando una gran importancia a la individualidad personal, evitando clichés generales sobre las personas.

- La triple proyección: afectiva, mental y somática de las variables gráficas, pues todas ellas son inseparables. Lo que no impide que una de ellas tenga más importancia que las otras.

- Los signos no tienen el mismo valor, pues existen de tres tipos: a) Sustanciales, que recogen aspectos temperamentales y estructurales de la personalidad. b) Modificantes, es decir, que acentúan, disminuyen o matizan lo que indican los anteriores. c) Accidentales, que recogen peculiaridades del escritor, conformando con los anteriores el retrato de la persona.

- No se pueden interpretar los signos de forma aislada, pues hay que observar la interacción que establecen entre ellos. De aquí los rasgos pueden reforzarse entre sí, reflejando una cualidad psicológica o no, por lo que la tal cualidad no se da.

- En el método se sigue con rigor la cuantificación de cada variable, sobre una puntuación de 10. Tratan de evitar las aproximaciones y la interpretación intuitiva. Así, la ausencia total de una variable se representaría con un 0/10 y su máxima presencia con 10/10. Estos extremos son prácticamente inexistentes. Las variables que se presentan con mayor puntuación son las dominantes y el resto de los signos se interpretan de acuerdo a ellas.

Sus obras principales son "Tratado de Grafología", la más importante, editada por primera vez en 1914, "Psicología de la Escritura" y "Los santos a través de su escritura".

Moretti define la grafología como "la ciencia experimental que, a partir de la expresión gráfica natural del que escribe, revela la personalidad psicofísica con los componentes intelectivos, tendencias temperamentales, aptitudes profesionales, constitución somática y predisposiciones morbosas, congénitas y activas".

El método morettiano está compuesto por 86 variables, lo que a juicio de sus seguidores es mejor que contar con más. Explican incluso que Moretti, en las últimas ediciones de su obra principal "Tratado de Grafología", fue eliminando algunas variables que aparecían en las anteriores para conseguir una mayor claridad. Comentan que incluso Crépieux-Jamin, con sus 175 especies grafológicas, decía que se podían reducir, sin perder calidad interpretativa.

Afirman que es un error tratar de interpretar algunas letras aisladamente, es decir, que cada letra posea una interpretación concreta y que Moretti se basa en tres aspectos fundamentales:

- Presión: Reflejo de las variaciones de tono y ritmo de la impronta morfopsicológica del individuo.

- Gesto gráfico: Sería la síntesis de un movimiento espontáneo, único para cada escribiente.

- Gesto fugitivo: Proyección de las actitudes individuales más características y automáticas.

Las variables gráficas estarían agrupadas en siete categorías: dimensión esférica, anchura, dirección axial, ligados, perfil de las letras, estética y rizos.

MAURICIO XANDRÓ

Pedro Germán Belda González (Mauricio Xandró) nació en Bilbao en 1924.

Empieza a estudiar grafología de forma autodidacta en los años 40, estudiando las obras de A. Rochetal y posteriormente de Julio Crepieux-Jamin.

Posteriormente, realiza un curso en el Centro Belpost-Tecnopost de Barcelona, bajo la dirección del Profesor D. Augusto Vels, y a principios de 1950 amplía sus estudios con Matilde Ras.

Ha colaborado y colabora en revistas, periódicos, radios y en televisión: San Antonio de Padua, Pueblo, Diario Ya, Radio Bilbao (donde estuvo 14 años llevando una sección grafológica), El Heraldo de Caracas, Jornal de Noticias de Oporto, Marca, Radio Popular, Radio España, Televisión Española (durante un año colabora semanalmente en el programa “Todo es posible en domingo”, con muchísima audiencia; y posteriormente con Alfredo Amestoy en el programa “Esta es su vida”, realizando análisis grafológicos de personalidades relevantes, como Montserrat Caballé, Dr. Vallejo Nájera, José Manuel de Lara, Francisco Rabal, etc.)

En 1.968 estudia también grafología en el Instituto Salazar y Castro, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y en 1972 se diploma en Grafopsicología, Grafopatología y Selección de Personal por la Universidad Complutense de Madrid (Facultad de Medicina).

Posteriormente, él mismo dicta cursos de Grafología, Grafopatología y Selección de Personal en dicha Facultad de Medicina bajo el control y supervisión del Dr. D. Bonifacio Piga Sánchez-Morate, Vice Decano de la Facultad y Catedrático de Medicina Legal.

Ha sido desde su fundación (1975), Presidente de la Sociedad Española de Grafología.

En sus comienzos escribió cuentos infantiles, novelas, biografías, y por supuesto, multitud de obras grafológicas, entre las que cabe destacar “Grafología Superior”, “Grafología Elemental”, “Grafología y Complejos”, “Grafología para todos” y “Grafología y Recursos Humanos”.

Ha sido distinguido con la Medalla de Oro al Mérito Tecnológico que otorga FEDINE, y con el reconocimiento de Perito Grafólogo Oficial Honoris Causa otorgado por el Instituto Universitario Emerson, de Argentina. Posteriormente, también con el de Profesor Honoris Causa en Psicología (Universidad de Flores – Argentina)

MATILDE RAS

Matilde Ras nació en Tarragona en 1881 y falleció en 1969.

Reproducimos a continuación, parte de la semblanza que hizo de ella Augusto Vels.

El padre era arquitecto y la madre hizo el Magisterio en Francia y luego en España. Por tanto, formaban parte de los círculos intelectuales de la época en Tarragona.

Matilde Ras era la mayor de dos hermanos: Aurelio, un año menor que ella y que luego será el padre de otra eminente grafóloga: Silvia Ras. El padre de Matilde es un hombre inquieto y con vocación un poco nómada. Cuando Matilde cuenta con dos años, marcha con ella y su mujer a Cuba, dejando al niño pequeño, Aurelio, con una ama, en Alcañiz.

De regreso a España, por haber muerto el padre de Matilde en Cuba, se instalan en Tarragona, al poco tiempo en Barcelona y después residen un par de años en Soria, donde la madre se casa con un Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, hombre afectuoso, del cual guardó Matilde y su hermano muy gratos recuerdos. Al cabo de un periodo de tiempo corto, muere también el padrastro y vuelven a Barcelona, después de unos meses en Zaragoza. Finalmente se instalan definitivamente en Madrid, donde Matilde termina el Bachillerato, no sin acusar los pequeños traumas de tanto cambio de colegio, aunque su verdadera maestra es su propia madre, que como dijimos, tenía la carrera del Magisterio.

Desde muy jovencita, muestra Matilde Ras una gran predisposición por la literatura. Lee mucho y escribe pequeños cuentos e historietas, que más tarde se convertirán en inspirados y graciosos cuentos infantiles que tienen un gran éxito y que son publicados por diversas revistas para infantes.

Matilde muestra también, desde muy jovencita, una gran predisposición y vocación por el dibujo, llegando, a los 18 años, a ejercer como profesora de Dibujo.

Otro de sus "hobbies" es la traducción de versos que realiza magistralmente, casi literalmente y sin perder la rima ni el sabor y autenticidad de los autores (Verlaine, Baudelaire, Paul Valéry y otros). Su hermano Aurelio, hombre de una elevada cultura, influye sobre ella en el estudio a fondo del siglo de Luis XIV, convirtiéndose en una apasionada lectora de Voltaire, del cual hará un estudio psicobiográfico basándose únicamente en su correspondencia, ya que no pudo disponer de escritura manuscrita.

Este estudio psicobiográfico, del cual ella hablaba siempre con gran interés, y como si se tratara de su obra maestra, está aún sin publicar.

Su gran afición a la literatura hace que coleccione gran cantidad de libros y que recorra con asiduidad las librerías de viejo. En una de estas librerías, siendo aún muy joven, descubre y compra el libro de Juan Hipólito Michon titulado "Método práctico de Grafología". Naturalmente, el libro está en francés, idioma que domina desde muy pequeña enseñado por la madre. El libro de Michon es toda una revelación para Matilde. Lo estudia con verdadera pasión y se dedica a comprobar entre familiares y amigos la veracidad de los signos grafológicos, es decir, su correspondencia psicológica. Este libro le permite cosechar grandes éxitos al poner en juego sus grandes dotes intuitivo-deductivas, interpretando cartas manuscritas que le van pasando.

Así transcurren unos años, pocos, pues su ardiente curiosidad le incita a conocer otros libros y a profundizar cada vez más en la apasionante ciencia de Michon.

Pronto, a través de los amigos que tiene en París, recibe otros libros, entre ellos, el de Albert de Rochetal, el de la baronesa de Urgern-Sternberg, el de Adrien Verinard y otros y, finalmente, uno que le entusiasma: "La escritura y el carácter" de Crépieux-Jamin que, posteriormente, se traducirá por su mediación y se publicará en el año 1933.

Durante años se preparó concienzudamente, siempre orientada por su hermano Aurelio que, como filósofo, ayudó con su claro criterio y gran erudición a la formación de su hermana mayor (Matilde tenía en gran respeto la opinión de su hermano, tal vez por la aureola que éste se había ganado entre compañeros de Universidad y después entre colegas, o tal vez por el prejuicio de que, al ser hombre, podría tal vez interpretar las cosas de otra manera más racional).

Matilde Ras estuvo en contacto desde muy joven con la Société de Graphologie de París. Aproximadamente, en el año 1910, tal vez pensó en la conveniencia de dar a conocer la Grafología y colaborar en alguna revista. Con este propósito, se dirigió a la revista "Por esos mundos", que por aquellas fechas dirigía Benito Perojo.

Es Matilde Ras misma quien nos cuenta las peripecias de su entrada como colaboradora de la referida revista: "Yo no había publicado aún -dice Matilde Ras ningún trabajo de Grafología, cuando se me ocurrió escribir (aún estando ausente de Madrid) al Director de la revista "Por esos mundos", ofreciendo un Consultorio Grafológico. Comprendiendo que mi nombre, entonces totalmente desconocido, no ofrecía 'la menor garantía, i
nvité a la redacción en peso a que me enviasen sus grafismos, que yo me comprometía a analizar los. A vuelta de correo, entre curiosos y escépticos, me los enviaron. Y aún recuerdo uno que se limitaba a conminarme: "Dígame cuál es mi estado de ánimo en estos momentos". Y también recuerdo, poco más o menos, mi respuesta: "Su estado de ánimo es como para pegarse un tiro, pero no lo hará porque no le vaya a dar gusto a alguien". A vuelta de correo me escribió el Director aceptando mi proposición".

En el año 1917, y con motivo de poseer, enviados por sus amigos de París, una importante colección de autógrafos de los personajes más destacados de los países beligerantes en la primera guerra mundial, se decidió a publicar su primer libro en Editorial Estudio de Barcelona. En esta obra analiza muchos de estos personajes, pero es importante ya un detalle: lleva prólogo del gran maestro francés Crépieux-Jamin.

Su pasión por la Grafología es cada vez más fervorosa. Por eso, a mediados del año 1923 gana una beca de estudios y se traslada a París, donde recibe clases de Grafología de su admirado maestro Crépieux-Jamin, padre de la Grafología francesa. Pero su inquietud no para aquí; quiere conocer también la peritación caligráfica de documentos manuscritos sometidos a dictamen judicial. Y busca, como no, a quien mejor podía enseñarla: a Solange Pellat, con quien estudia a fondo el tema de las peritaciones.

Pero tampoco se detiene aquí. Ella sabe muy bien la gran influencia que los trastornos psicosomáticos tienen sobre el grafismo. Decide estudiar las enfermedades en el grafismo con dos grandes investigadores que, como ella no se anda por las ramas, son los mejores de su tiempo: el Dr. Rogues de Foursac y el Dr. Camilo Streletsky. Con este último, con Streletsky, que además de excelente psiquiatra fue también eminente grafólogo -y durante algunos años Presidente de la Société de Graphologie-, perfecciona también sus conocimientos grafológicos.

A su llegada a España, después de algunos años en París, donde se distinguió,primero como alumna y luego como colega de los mejores grafólogos de la ciudad del Sena, rompió resistencias, luchó genialmente contra la incredulidad de muchos y terminó imponiéndose con un éxito arrollador con sus trabajos de interpretación grafológica y con sus colaboraciones en "ABC" y "Blanco y Negro", que continuaría durante toda su vida.

A partir de su llegada a España, sus trabajos de Grafología se incrementan cada vez más. Publica en el año 1929 su segunda obra "Grafología" (las grandes revelaciones de la escritura), que publica Editorial Labor, una de las más prestigiosas editoriales de la época. Colabora también en otros diarios y revistas, como "La Voz", "Heraldo de Madrid", "Mundo Hispánico", etc., así como en numerosos diarios y revistas de Sudamérica, Portugal y Francia.

Por esas fechas, realiza también la parte correspondiente a Grafología de la famosa Enciclopedia Espasa, siguiendo a continuación toda una serie de obras sobre temas tan interesantes como:

- "La inteligencia y la cultura en el grafismo" Ed. Labor

- "El retrato grafológico". Ed. Plus Ultra.

- "Historia de la escritura y Grafología" (obra de gran erudición, donde se observa la gran cultura de Matilde Ras, su gran maestría y su madurez grafológica). Ed. Plus Ultra.

- "Los artistas escriben". Ed. Alhambra (donde Matilde Ras estudió los temperamentos visual y auditivo, haciendo retratos grafo-psicológicos de innumerables músicos, pintores, escultores y poetas).

Y, finalmente, su última gran obra grafológica:

- "Lo que sabemos de Grafopatología", editada por Gregorio del Toro en 1963, con un prólogo del Dr. Velasco Escasí.

LAS COMPETENCIAS PROFESIONALES DEL GRAFÓLOGO

El grafólogo es el profesional encargado de conocer, a través de la escritura manuscrita, la personalidad de un individuo.

De igual modo, analizando el escrito realizado en un momento concreto, el grafólogo también puede verificar el estado anímico de su autor.

El grafólogo especializado puede igualmente conocer a través del grafismo, el estado de salud físico y mental de la persona.

Las competencias generales de un grafólogo son las siguientes:

- Realizar análisis grafológicos mediante las diversas metodologías existentes, con el fin de dar cumplimiento al requerimiento que se le haya planteado, bien a nivel particular o institucional.

- Evaluar y analizar documentos manuscritos, con el fin de responder consultas o expedir certificaciones, dictámenes o informes ante la autoridad judicial, como Peritos Judiciales.

- Seleccionar candidatos para puestos de trabajos en empresas (Grafología Laboral), estudiando la escritura de los mismos, para determinar de este modo su idoneidad en el desempeño de las funciones del puesto que se demanda.


- Labores de orientación profesional, laboral y escolar tanto en niños como en adultos, una vez estudiados los parámetros precisos en sus escrituras, determinando así las carreras, profesiones u oficios que mejor podrían desarrollar dadas sus características y aptitudes personales.

- Analizar los caracteres de dos o más personas para determinar su grado de compatibilidad dentro de las distintas relaciones personales que se puedan dar, a nivel laboral, profesional, de pareja, etc.

- Analizar documentos donde figuren escrituras manuscritas, con el fin de ayudar en la investigación dentro del campo histórico de personajes, colaborando de esta forma con biógrafos o historiadores.

- Auxiliar al profesional sanitario en la detección de signos patológicos en la escritura, correspondientes a alteraciones psíquicas o somáticas, así como en el posterior seguimiento de las enfermedades físicas y mentales que pueda padecer la persona (Grafopatología). - Intervenir en equipos interdisciplinarios con profesionales de otras ramas: psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales, etc. en labores de prevención, reeducación y tratamiento.

CARLOS MUÑOZ ESPINALT

Nació en Montesquieu en 1920 y falleció en Barcelona en 1993.

Es autor de 44 libros sobre materias muy diversas (psicología, caracterología, peluquería, moda, grafología, etc),

En 1950 funda en Barcelona el Instituto Belpost para la enseñanza, en el cual estudiaron grandes figuras posteriores de la Grafología.

En 1952 sustituye al reconocido psicólogo y grafologo Max Pulver, del cual también fue discípulo y seguidor, en la dirección psicoténica de las empresas suizas Nestlé y Laboratorios Sandoz.

En 1954 publica La interpretación grafológica, en la Editorial Hymsa.

En 1956 publica
en la Editorial Toray Grafología de la Firma.

En 1958 publica La reeducación del carácter.

En 1960 publica Grafología aplicada y Tu vocación profesional

Finalmente, en 1975, publica Guía práctica de la Grafología y Grafología de la Firma

En 1971 presenta oficialmente la Psicoestética, un sistema creado por él, que define como la ciencia que se ocupa de coordinar la personalidad del individuo con los diversos as
pectos de la moda, como el vestir, el calzar y por supuesto, la peluquería.

Discípulos de Muñoz Espinalt han sido, entre otros destacados grafólogos, Francisco Lacueva, Adolfo Nanot Vianya y M ª Rosa Panadés.

VICENTE LLEDÓ PARRES

Nació en Alicante en 1932 y falleció en Madrid en 1993.

Se diplomó en Grafopatología por la Escuela de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, con Mención de Honor tras la lectura de su tesina sobre el cáncer en la escritura.

Era una persona con una vasta cultura humanística, que entre otras actividades destacó también como poeta, dibujante, diseñador y pintor.

Es el creador de la Escuela Española de Grafología Racional. Este sistema se basa en el estudio del grafismo a través del análisis de los doce trazos únicos existentes en todas las escrituras, así como a través de las doce esencias o atributos que los conforman. De este modo, todo grafismo puede estudiarse de manera metódica e incluso matemática, al poder contarse con una unidad de medida como es el trazo, el gesto más pequeño en que puede descomponerse la escritura

En 1985 funda la Sociedad Española de Grafoterapia.


En 1987 publica su única obra: La curación por la escritura.


Posteriormente, un discípulo suyo, Víctor Anduix, publicó tras su fallecimiento una obra t
itulada Escritura y Salud (1997), a partir de material inédito de Lledó.

La especialidad más conocida de la Grafología Racional es la Grafoterapia, mediante la cual se pueden tratar multitud de trastornos psicosomáticos, al permitir estudiar el funcionamiento del organismo, y relacionarlo a su vez con la mente, mediante un estudio profundo escritural.

Durante muchos años y hasta su fallecimiento, trabajó con la también grafóloga y grafoterapeuta M ª Carmen Martínez Darsés, en el despacho que ambos regentaban en Madrid, el Gabinete de Aplicación e Investigación Grafológica (GAIG).